martes, 30 de abril de 2013

Remontadas, palos y Rafael Nadal


Faltan unas horas para que comience la vuelta de las semifinales de la Champions League. Sin mirar el resultado de la ida este es el partido más especial y con más pasión que puede vivir un aficionado en todo un año, es la antesala del partido más importante de la temporada y el estadio debe ser un hervidero de emociones para que el equipo consiga el pase al ansiado pase a la final.

Sinceramente, cuando vi los cuatro goles alemanes tanto al Barça como al Madrid pensé que quien hablara de remontadas estaría loco perdido. Fue tanta la superioridad en ambos partidos que se me antoja bastante complicado cual de los dos equipos alemanes jugó con más intensidad y mejor al fútbol. Los aficionados del Barça dirán que hubo goles ilegales a lo que reprocharé que también hubo manos no pitadas y que su equipo fue una calamidad durante casi todo el partido. Para los madridistas también hay; no es normal que desde Navidades se haya dado como única prioridad esta competición y ni tanto cuerpo técnico como jugadores hayan estado a la altura de las circunstancias.

Por eso me parece una frivolidad decir que habrá remontada, en el caso del Barça doble frivolidad, porque si bien tiene que meter cinco, con la defensa tal y como la tiene lo difícil será que no se los metan a ellos. En el Madrid con el paso de los días me he ido contagiando un poco del Espíritu de Juanito. La goleada en Dortmund ha servido para rescatar de la memoria viejos momentos irrepetibles como aquellas arengas de Camacho y esas amenazas verbales de Juanito en el túnel de vestuarios. Y digo irrepetibles porque no me imagino a Sergio Ramos entrar en la habitación de Higuaín y preguntarle cómo va a rematar de cabeza los corners. Contaba el otro día Valdano que hasta que no se daba un buen cabezazo contra la pared y hacía temblar las estanterías el gran Juan Antonio Camacho no dejaba dormir al argentino.

Todo eso ha cambiado en algunas cosas para bien y en otras para mal. Ahora la relación entre jugadores de un mismo vestuario en muchos casos es inexistente y no digamos ya con el entrenador. Por eso empezaré dando un palo al forofo, que no periodista, Tomás Roncero y a su artículo de ayer en As en el que Juanito mediante daba a entender que el Madrid marcaría un gol sólo con su recuerdo. ¿Qué nos hemos creido? ¿Qué Cristiano si mete gol es por Juan Gómez? Si el Madrid remonta hoy será porque ha superado a su rival, ha jugado mejor que ellos y ha conseguido superar la renta que hicieron los alemanes en la ida. La heroica, en el fútbol actual, raras veces da resultado.

Segundo palo. Al director de ese periódico, mi admirado Alfredo Relaño. Y digo lo de admirado de verdad, gracias a su editorial yo empecé a escribir estos articulillos pero desde hace un tiempo creo que no tiene el concepto de la realidad tal y como es. Ayer también (para mi fue uno de los peores Ases que he leído), decía que Lewandowski había jugado en la ida extrañamente bien. ¿Perdona? ¿Es extraño que un delantero que ya marcó 24 goles el año pasado en la Bundesliga, que fue el referente de ataque en el equipo campeón y que este año lleva los mismos goles en liga y diez en Champions haga un partidazo como el que hizo ante el Madrid?

Lo que si es extraño es lo de ese chico que vive en Manacor, tiene 26 años y después de siete meses sin pisar una pista de tenis sume seis finales y cuatro títulos. Lo que es extraño es que no salga en las portadas mordiendo su ¡octavo! Conde de Godó y que la crítica (Tomás Carbonell) tenga la poca vergüenza de decir cómo debía haber jugado en muchas partes de la final de Montecarlo. Señor Carbonell, Rafael Nadal tiene más Montecarlos que usted títulos individuales en toda su carrera, por favor piense un poco lo que dice porque si Nadal jugara como usted habla haría mucho tiempo que hubiesen quitado la bandera de España en All England Club por falta de representación más allá de cuartos.

Sin más que decir, hoy me he despachado a gusto, desear de todo corazón suerte a Barcelona y Madrid, la van a necesitar.