Wembley vio un Dream Team 19 años después

El sábado, nada más llegar a casa encendí el ordenador, quería leer lo que habían dicho Guardiola y Ferguson, ver las fotos del partidazo que se marcó el Barça, ese gol de Villa a cámara lenta... Quería haber escrito entonces pero todo había quedado tan bien que no quería estropearlo. Ayer fue un día en el que pudo haber otra celebración que se aplazó una semana más, y entre la Fórmula 1, el Giro y eso no pude pasarme por aquí.
Lección de Barça, Baile de salón, Wembley 19 años después o el mismo titular que dio Marca ayer: FÚTBOL Club Barcelona son los que se me pasaron por la cabeza mientras veía uno de los mejores partidos que he visto en mucho tiempo. Desde aquellas semifinales en la Euro '08 contra Rusia (Relaño elevó la segunda parte de La Roja a la categoría de las bellas artes) pasando por el 5-0 de la Liga de este año (entre el 4-0 y el 5-0 hay media hora en la que el Madrid no tiene el balón más de tres segundos) hasta esos minutos mágicos que vinieron desde el 2-1 al 3-1 en la final del sábado.
Lo que dijeron Ferguson (el tío que más sabe de fútbol en el país que lo inventó) y Guardiola (con permiso de Luís, el que mejor ha sabido hacer jugar a 11 futbolistas) fue algo que todos sabíamos desde antes de la final; pero he ahí la importancia de sus declaraciones, que las dijeron ellos y no miles y miles de periodistas (algunos ni lo somos) que aventuramos y nos creemos saber más que ninguno. Nunca se verá a alguien mejor que a Messi y ningún equipo fue mejor que este Barça. Frases lapidarias pero ciertas como un templo.
Y los detalles que hubo. Si a alguien le cae mal Puyol que se lo haga mirar después de su gesto con Abidal y Miki Roqué. El pasillo al Manchester (hoy me preguntaba si al Madrid se lo hubieran hecho...) y la deportividad con la que aceptaron los ingleses la derrota (también me cuestionaba si el Madrid hubiese actuado así) fueron gestos de equipos grandes, de leyenda, históricos.
En el futuro nadie se acordará del finalista como dijo Dani Alves en la previa, pero de lo que si nos acordaremos es del recital de fútbol que dio el Barça después de una temporada fabulosa. Campions!

El último caballero

Se acabaron las buenas maneras en el Real Madrid. Hace unas horas se ha hecho público que Florentino Pérez ha seguido las indicaciones de José Mourinho y ha decidido prescindir de los servicios de Jorge Valdano, al que llamaré El Último Caballero.
En estos tiempos que corren, en los que las formas lo son todo, el Madrid se está destacando por todo lo contrario. Cada rueda de prensa de su entrenador es un polvorín y no hace falta urgar mucho para sacar un titular sabroso. Él único que mediaba con la prensa, con los focos de las cámaras, siempre con una sonrisa y siempre con buenos modales era él, el último caballero, un hombre que lo dio todo por el club cuando era jugador y que cuando dejó de serlo nos descubrió a Raúl (sólo por eso el madridismo debería estarle eternamente agradecido), aguantó todas las embestidas de la prensa en la primera etapa del ser superior y ejerció de escudo cuando las cosas no iban bien. Se puede decir que todos los marrones del club se los comía Valdano.
Hasta hoy. A partir de ahora un hombre de la confianza de Mourinho, se habla de José Ángel Sánchez, será el encargado de hacer las declaraciones desde la zona noble. Un golpe de autoridad del portugués y una bajada de pantalones en toda regla del presidente que, hace dos semanas, ratificaba a Valdano en su puesto. El último caballero se va sin hacer ruido, con educación, temple y saber estar. Deberían aprender muchos aunque me temo que a algunos mucho les va a costar.

Unos que vuelven y otros que volverán

Ayer era virtual y esta mañana con el 3-0 se ha hecho oficial: el Rayo Vallecano vuelve a la élite del fútbol español. Lejos queda aquel doble descenso en dos años (lo que le ha pasado al Tenerife y le pasó también al Cádiz), aquellas eternas temporadas en Segunda B remando para morir en la orilla de los Playoffs, los impagos y el proceso de cambio de dueño durante todo este año...
Ya tenemos en Primera a cuatro equipos de la Comunidad de Madrid, hecho del que nunca se había tenido constancia. Más fútbol para ver y disfrutar aquí en Madrid. El Rayo es el equipo del barrio de Vallecas pero también el de mucha gente que después de su Madrid o de su Atleti le tiene parte de cariño. Me acuerdo aquel año en el que entró en la UEFA por ser el equipo con menos tarjetas de Europa y llegó hasta cuartos de final. Ese año todo el mundo era del Rayo. Más o menos como este curso. Con la situación que han pasado los jugadores, cuerpo técnico, plantillas de categorías inferiores, etc; sobrevivir ya era complicado y lo que han hecho ellos ha sido memorable. Mucha culpa la tiene un entrenador que ha calado hondo en grupo, grupo comprometido con la camiseta, que espero que deje de ser el ascensor y se mantenga muchos años en Primera.
Decía que teníamos cuatro equipos de Madrid, el Getafe se salvó milagrosamente (yo daba por echo que descendería) ya que ni Mallorca ni Deportivo de la Coruña ganaron. Si no ganas estos partidos mereces descender pero me da mucha rabia que lo haga el SuperDepor. Un equipo que poco a poco se ganó el corazón de los españoles. A los tres años de ascender se quedó a un penalty de ganar la Liga y por un cachetito cariñoso entre amigos le privaron jugar la final de la Champions 10 años después. Un equipo que supo jugar al fútbol con jugadores que llegaban por cuatro duros y se vendían por millonadas. Bebeto, Mauro Silva, Rivaldo, Djalminha, Makaay, Diego Tristán, Pandiani... ¿Quién no recuerda aquella remontada al Milán? o ¿quién no sufrió en sus carnes la rotura de tibia y peroné de Manuel Pablo? Esperemos que ese genio que se llama Juan Carlos y se apellida Valerón sepa jugar la mitad de bien en Segunda que en Primera, entonces, al año que viene, seguro que la rianxeira la estamos cantando otra vez.

Madrid despierta

Estamos ante algo que se veía venir desde hace tiempo, como el boom inmobiliario, como la crisis, como tantas y tantas cosas que sabes que llegarán, pero no te das cuenta hasta que lo tienes encima.

El pueblo movilizado contra la gestión del gobierno, contra el bipartidismo, contra el beneficio de unos pocos para el colapso de la gran mayoría. Esto es algo que debería haber llegado mucho antes. Jóvenes con carrera, masters, idiomas, etc, etc; que se juntan en la cola del paro (los que han tenido la suerte de trabajar durante mas de un año) para contarse sus penas. Viviendas a precios desorbitados, trabajadores explotados por cuatro duros, subida de impuestos año sí y año también, ninguna ayuda al ciudadano.

Lo que está pasando en Sol es historia, como lo son cada una de las personas que han salido a la calle a movilizarse, a protestar por esta situación, por este desplante de los gobiernos a los ciudadanos, sus ciudadanos, los que les hacen estar ahí. Por fin estamos viendo como la gente joven hace una protesta en condiciones, sin escaparates rotos ni tiendas saqueadas, con un NO A LA VIOLENCIA como principal premisa.

Y no sólo la gente joven está en las plazas de las ciudades, estamos todos de alguna manera. Esto no es una manifestación con hora de salida y calles cortadas, esto es una sentada que iniciaron 50 personas y de la que se han hecho eco las televisiones de media europa. Porque hay que contarlo, y hay que vivirlo, por eso mañana estaré allí, haciendo historia.

Eterno Seve

Corría la década de los noventa y estábamos pasando un domingo cualquiera en casa de mi Lala. En la televisón echaban un torneo de golf que enfrentaba a americanos contra europeos y a mi me maravillaba el chico al que llamaban tigre, acababa de nacer una leyenda, Tiger Woods. Cuando empecé a animar a los americanos, mi tío, entendido en cualquier tema que se precie, me reprochó que no fuera con Europa, que nos capitaneaba Severiano Ballesteros y que eso significaba lo máximo para un golfista. Deje de dar la lata. Yo no sabía nada de golf y parecía que eso era serio.
Era la Ryder Cup de 1997 y, contra pronóstico, Europa ganó. Han pasado ya catorce años y sigo sin ser un experto en golf, he ido alguna vez a probar suerte con el swing y me he dado cuenta de que es dificilísmo. Por ello he intentado documentarme un poco antes de escribir, más que nada porque no quiero hacer el ridículo.
Severiano Ballesteros fue el gran impulsor de este deporte en España. Triunfador en el Reino Unido, siempre decía que se sentía más a gusto fuera que dentro de su país, por el trato recibido, por la valoración de sus logros. Ganó tres Open Británicos y dos Masters de Augusta (ese de la famosa chaqueta verde), lo equivalente a ganar cinco Grand Slam en el mundo del tenis. Premio Príncipe de Asturias de los Deportes en el año 1989 su leyenda empezaba a crecer a medida que emergían nuevos golfistas españoles.
Chema Olazábal, Miguel Ángel Jiménez, Sergio García... todos le deben a él estar donde están gracias a la aportación que tuvieron sus victorias en un deporte poco practicado en España. Pero no sólo en el golf fue un ganador, durante más de dos años ha estado luchando contra el mayor de los rivales que puede tener el ser humano y ha conseguido que muchas personas que lo estaban pasando mal vean que si es posible convivir con el enemigo. Mucha gente dice que se ha ido pero siempre estará presente porque las grandes personas permanecen en los corazones toda la vida.

A Wembley 19 años después

La primera vez que el Barça ganó una Copa de Europa Xavi Hernández tenía 12 años y ya estaba en La Masía. Fue en el viejo estadio de Wembley, con un gol de falta de Ronald Koeman, ante la Sampdoria italiana. Poco vi yo de ese partido, recuerdo la portada del Marca del día después, con el escudo del Barça en forma de corazón metido en la Champions...
¡Cómo han cambiado las cosas! Por entonces el fútbol del equipo de Johan Cruyff provocaba la admiración de toda España pero aún no había conseguido ninguna Liga de Campeones. El Madrid, por otro lado, venía del lustro maravilloso de la Quinta del Buitre, con sus 6 Copas de Europa en blanco y negro, sin miedo de que otro equipo español le rebatiera el trono del mejor equipo de la historia. Por eso ese respeto y admiración ligth ante el eterno rival.
Hoy, 19 años después, el Barcelona está a un partido de ganar su cuarta Champions, ha recortado ostensiblemente las Ligas de ventaja que le sacaba el Madrid y el Pep Team se ha consagrado como mejor equipo de la historia con su sextete de hace dos años. La gente del Madrid se queja de los árbitros, de las decisiones de la UEFA, del calendario, de un hipotético dopaje por parte de los jugadores blaugranas, etc, etc...
Para mí hoy el árbitro ha estado muy muy casero (cosa muy frecuente en partidos así) y quizás en la última década el Barça ha salido más beneficiado de favores arbitrales que otros equipos. Puede ser, no lo niego, pero que nadie me niegue que al Madrid no le han ayudado en su historia los árbitros. Hablando con mi padre (repentinamente anticulé) le he comentado eso, que el fútbol va por rachas y el Barça ahora tiene la inercia del ganador, los favores arbitrales y todo aquello que en su día tuvieron los blancos. Se ha quedado callado.
Igual lo que necesita el fútbol es menos verborrea, más respeto por los jugadores, menos rifirrafes entre unos y otros que a lo único que llevan es a la violencia, al odio entre aficiones, a piques entre jugadores amigos campeones del mundo... Hoy la mejor noticia ha sido la vuelta de Abidal, un ejemplo para cualquier enfermo de sus características, una lección para muchos que se dan por vencidos. Hoy el fútbol ha demostrado una vez más que es un deporte donde unos ganan y otros pierden pero que alimenta las esperanzas de gente luchadora con ganas de vivir.