martes, 11 de junio de 2013

El mejor deportista español de la historia

Hace ya tres años empecé mi andadura por el blog. Recuerdo que la primera entrada fue una presentación y la segunda una foto de Rafa Nadal y una palabra, pentacampeón. Hace ya tres años de aquello y el de Manacor, cual reloj suizo, no ha faltado a su cita con la gloria ni una sola vez. Rafa Nadal es el mejor deportista español de la historia. Para mi, Miguel Indurain lo fue hasta ese día del quinto Roland Garros. Ahí creo que la leyenda de Rafa merecía ese lugar.

Pero no quiero ser subjetivo, aun hay gente que no valora muy bien todo lo que está pasando, no se si envidiando o qué pero leo comentarios hablando mal de él, criticando su juego, dudando de su valía. Seré claro: Rafael Nadal Parera lleva ganando Grand Slams mucho tiempo, tanto que en España no había crisis, los pisos se vendían como churros y en el fútbol no pasábamos de cuartos. Son nueve años de récords: mayor número de victorias ganadas en tierra batida consecutivamente, tenista más joven en ganar los cuatro grandes en la era Open, el que más torneos de Masters 1000 tiene, etc, etc, etc.

¿Sigo? Seguiré. En lo que va de año en todos los torneos que ha jugado ha llegado a la final, con el resto de jugadores tiene un parcial favorable en la estadística victorias-derrotas, es el número uno de la Race ATP-Tour y en París ya pueden ir haciéndole una estatua para la plaza de los mosqueteros: ocho Roland Garros, primer tenista que llega a ese número en un mismo torneo de Grand Slam, y récord absoluto de victorias, 59, y las que quedan...

Pero todo esto está muy bien si, valorarlo lo valoraremos unos más que otros, por supuesto, pero quiero hacer un comentario y ya vosotros pensad lo que queráis. ¿Os imagináis un futbolista siete meses alejado de los terrenos de juego y que vuelva y solo haga hat-tricks? Es sobrehumano lo que este personaje nos regala semana a semana colando el himno nacional en el salón de nuestras casas, un himno que podría ser perfectamente la banda sonora de su vida, de una historia que sólo él y sus rodillas podrán poner techo en el futuro. Hasta entonces espero hacer muchas más entradas en su honor, ¡gracias Rafa!

sábado, 18 de mayo de 2013

Y yo nací enamorado del Atleti de Madrid...


Hoy me es imposible ser objetivo, no me lo tengáis en cuenta, os pido perdón de antemano y espero que me entendáis como yo llevo entendiendo tantos y tantos años a los que han sido campeones. Ayer ganó mi Atleti, y le ganó al Madrid, catorce años después de la última victoria, aún se pagaban las entradas en pesetas.

Cuando eres pequeño hay muchos recuerdos que se te escapan de la memoria. Cuando vas creciendo miras atrás pensando en cuales son los primeros que se te vienen a la mente. Es curioso que en mi caso sea el fútbol uno de esos motores para recordar situaciones vividas con poca edad, y es mágnifico que, gracias a esos momentos, uno decida ser del Atlético de Madrid.

En mi familia mis primos y tíos eran madridistas y a mi padre, atlético, le daba igual de que equipo saliera yo pues "ellos no se van a despertar mañana para darte de comer". El Barcelona del Dream Team era un gran argumento para inclinar la balanza, pero yo me sentí identificado con ese portugués que melena al viento nos dio una Copa en el '92. Recuerdo esa tarde como si fuera ayer. Un año antes habíamos ganado al Mallorca en el Calderón y ese día me hice del Atleti. Pedí por mi cumple el traje (antes no se decía equipación) y recuerdo ir a la mercería a comprarme los números que se ponían con la plancha, el 4 de Juanma López y el 10 de Paolo Futre. Cinco años después, con la misma edad que contaba yo por entonces, mi hermano, después de filtrear con el máximo rival, accedió de motu proprio a hacerse para siempre de los nuestros. Una final de Copa contra el Barça y esa Liga del '96 nos hizo eternamente eternos.

Es imposible describir la sensación que sentí ayer cuando, antes del partido, visualizaba videos y reportajes de aquellos años de gloria. Era como formar parte de una historia menuda pero a su vez grandiosa. Nuestro palmarés es calderilla al lado del de nuestros vecinos, pero nuestra manera de caminar hacia la victoria y saborearla cuando la logramos es inexplicable para alguien que no está dentro. El fútbol es un juego, un deporte, ocio puro y duro; pero hay sentimiento, hay nostalgia de grandes momentos y hay un factor que para la gente que lo vive desde dentro es fundamental: amor. Amor a unos colores, a un escudo, a unos jugadores que escribieron la historia del club con sus gestas, con sus triunfos. Es muy difícil que un atlético olvide a Gárate, a Luís, a Futre... Será muy difícil que en un futuro, el niño que anoche se hizo rojiblanco pueda olvidar algún día a Courtois, Diego Costa, Falcao...


viernes, 3 de mayo de 2013

Un entrenador muy poco válido y el mejor central del mundo


Se acabó lo que se daba. No hubo remontadas, se veía venir, y pasaron a la final de la Champions los dos equipos de Europa que en mejor forma están. El Bayern ha perdido dos partidos en toda la competición mientras que el Borussia tan sólo el encuentro que le enfrentó al Madrid en la vuelta de las semifinales. Ese encuentro que muchos calificaron como épica madridista.

Se veía venir, lo de después del 2-0 quiero decir. A la mañana siguiente todos los periódicos hablaban de gesta blanca, de raza y furia en esos diez minutos finales que tuvieron en vilo a media Europa. Nadie dijo que una eliminatoria son un cómputo de dos partidos, de 155 minutos de claro dominio alemán, de que hubiera sido muy injusto que el Madrid pasara la eliminatoria. Tampoco leí en ningún sitio que el Málaga, ese equipo al que nunca iría Mourinho, en el minuto 92 de la vuelta de los cuartos seguía clasificado... En fin, que si algún madridista no vio el partido y si leyó la prensa del día después pensará que su equipo hizo un partidazo, y si hace caso de las palabras del que todavía es (hoy ha dicho que aún no sabe si se irá) entrenador del equipo blanco asumirá que no está en la final por culpa de los árbitros.

Palabras que no pasan desapercibidas por la prensa, que hace tiempo dejó de sentir aprecio por él, pero que nunca pregunta por qué hace un fútbol tan rácano y mezquino, o si reconoce que Jürgen Klopp le dio un baño táctico en Dortmund o que si aparte de crear crispación en su plantilla sabe sacar algo bueno de ella. Para ellos lo importante es saber si se va o si tendrán que aguantar sus desplantes y mala educación otro año más.

Crispación en la plantilla, en los directivos, en los estamentos y en la historia de todos sus entrenadores. Habla demasiado y cómo todos aquellos que lo hacen mete la pata con frecuencia. Dos ejemplos: alega que clasificar para semifinales tres años seguidos es un éxito para el club, pues da prestigio y se ahorra las primas por una hipotética victoria en la final. Error. Si a veces cuesta saber quien fue el subcampeón no digamos ya los semifinalistas. Y en el tema económico: el Madrid percibiría unos 20 millones por la Champions de los cuales repartiría la mitad en primas, por clasificarse a semis obtendrían 6 millones, resultado: 4 de pérdidas.

Segundo ejemplo: se considera superior a los casi 20 técnicos que pasaron por el club antes que él. Señor Mourinho, los datos son los siguientes: Vicente del Bosque, cuatro semifinales y dos Champions en cuatro años. Déjese de papelitos, de enemistarse con todo el mundo y de parecer el niño bueno que nunca ha roto un plato, por que en lo que se refiere al mejor club del mundo, usted solito lo ha partido por la mitad.

Y no quería irme sin ensalzar la figura del que para mi es el mejor central del mundo, Sergio Ramos. En Alemania no jugó en su sitio (jugó Pepe en su lugar) y el equipo lo notó tanto que visto cómo transcurrió la vuelta muchos piensan en que hubiera pasado si Arbeloa (curioso el caso de su misteriosa lesión justo después de su ¿autoexpulsión? en Estambul) hubiera estado en el lateral y Ramos en su sitio. Pensar que hubiera pasado entonces es aventurarse a hacer hipótesis que no vienen al caso, lo que si que viene es que el de Camas está entrando en la historia del Real Madrid y partidos como el que hizo el Martes son los que engrandecen su leyenda.





martes, 30 de abril de 2013

Remontadas, palos y Rafael Nadal


Faltan unas horas para que comience la vuelta de las semifinales de la Champions League. Sin mirar el resultado de la ida este es el partido más especial y con más pasión que puede vivir un aficionado en todo un año, es la antesala del partido más importante de la temporada y el estadio debe ser un hervidero de emociones para que el equipo consiga el pase al ansiado pase a la final.

Sinceramente, cuando vi los cuatro goles alemanes tanto al Barça como al Madrid pensé que quien hablara de remontadas estaría loco perdido. Fue tanta la superioridad en ambos partidos que se me antoja bastante complicado cual de los dos equipos alemanes jugó con más intensidad y mejor al fútbol. Los aficionados del Barça dirán que hubo goles ilegales a lo que reprocharé que también hubo manos no pitadas y que su equipo fue una calamidad durante casi todo el partido. Para los madridistas también hay; no es normal que desde Navidades se haya dado como única prioridad esta competición y ni tanto cuerpo técnico como jugadores hayan estado a la altura de las circunstancias.

Por eso me parece una frivolidad decir que habrá remontada, en el caso del Barça doble frivolidad, porque si bien tiene que meter cinco, con la defensa tal y como la tiene lo difícil será que no se los metan a ellos. En el Madrid con el paso de los días me he ido contagiando un poco del Espíritu de Juanito. La goleada en Dortmund ha servido para rescatar de la memoria viejos momentos irrepetibles como aquellas arengas de Camacho y esas amenazas verbales de Juanito en el túnel de vestuarios. Y digo irrepetibles porque no me imagino a Sergio Ramos entrar en la habitación de Higuaín y preguntarle cómo va a rematar de cabeza los corners. Contaba el otro día Valdano que hasta que no se daba un buen cabezazo contra la pared y hacía temblar las estanterías el gran Juan Antonio Camacho no dejaba dormir al argentino.

Todo eso ha cambiado en algunas cosas para bien y en otras para mal. Ahora la relación entre jugadores de un mismo vestuario en muchos casos es inexistente y no digamos ya con el entrenador. Por eso empezaré dando un palo al forofo, que no periodista, Tomás Roncero y a su artículo de ayer en As en el que Juanito mediante daba a entender que el Madrid marcaría un gol sólo con su recuerdo. ¿Qué nos hemos creido? ¿Qué Cristiano si mete gol es por Juan Gómez? Si el Madrid remonta hoy será porque ha superado a su rival, ha jugado mejor que ellos y ha conseguido superar la renta que hicieron los alemanes en la ida. La heroica, en el fútbol actual, raras veces da resultado.

Segundo palo. Al director de ese periódico, mi admirado Alfredo Relaño. Y digo lo de admirado de verdad, gracias a su editorial yo empecé a escribir estos articulillos pero desde hace un tiempo creo que no tiene el concepto de la realidad tal y como es. Ayer también (para mi fue uno de los peores Ases que he leído), decía que Lewandowski había jugado en la ida extrañamente bien. ¿Perdona? ¿Es extraño que un delantero que ya marcó 24 goles el año pasado en la Bundesliga, que fue el referente de ataque en el equipo campeón y que este año lleva los mismos goles en liga y diez en Champions haga un partidazo como el que hizo ante el Madrid?

Lo que si es extraño es lo de ese chico que vive en Manacor, tiene 26 años y después de siete meses sin pisar una pista de tenis sume seis finales y cuatro títulos. Lo que es extraño es que no salga en las portadas mordiendo su ¡octavo! Conde de Godó y que la crítica (Tomás Carbonell) tenga la poca vergüenza de decir cómo debía haber jugado en muchas partes de la final de Montecarlo. Señor Carbonell, Rafael Nadal tiene más Montecarlos que usted títulos individuales en toda su carrera, por favor piense un poco lo que dice porque si Nadal jugara como usted habla haría mucho tiempo que hubiesen quitado la bandera de España en All England Club por falta de representación más allá de cuartos.

Sin más que decir, hoy me he despachado a gusto, desear de todo corazón suerte a Barcelona y Madrid, la van a necesitar.


miércoles, 13 de marzo de 2013

Dioses terrenales

Me comentaban esta tarde algo así como que mi crítica ante el juego del Barça de las úlimas semanas eran demasiado duras ya que estábamos hablando de jugadores humanos, seres vivos de carne y hueso, nunca dioses. Mi réplica, poco antes del partido, fue la imagen de Leo Messi saliendo del terreno de juego botando el balón con el que acababa de meter cinco goles en un partido de Champions. Algo parecido a un Dios que se quita importancia de lo que ha hecho mostrando una naturalidad infinita, ese sentimiento interior de que para él ha sido coser y cantar.

El Camp Nou ya tiene su remontada, pero no una remontada al uso con sangre, sudor y lágrimas como aquellas del Madrid de los ochenta, una remontada made in La Massia. Empezó bien, con ese tempranero golazo de Messi y acabó mejor con un contragolpe tras fallo de Robinho (qué pena de jugador) cuando más apretaban los italianos. Entre eso, toque y toque, Barça en estado puro, Xavi, Iniesta y Messi; Villa creando huecos y Busquets tapando la nada pues el Milan regaló el balón en el minuto uno y no fue hasta el 3-0 cuando buscó con ganas la portería de Valdés. Si, me olvido del palo de Niang, de acuerdo, pero en el fútbol tabién juegan los palos y sino que se lo digan a Messi que aún se acuerda de aquel larguero en el penalty que daba el pase a la final el pasado año.

Un Milan que en San Siro no jugó mal cuando tocó el balón y que ayer se desentendió de él, concentrando su plan horribilis en defenderse sin éxito. Messi apareció en los minutos psicológicos y Villa culminó la remontada con una definición de las de antaño. ¡Cuánta falta le hacía al Barça y al fútbol español que El Guaje volviera a renacer! Mi particular pique con el equipo blaugrana en parte iba por esos lares: Villa, un goleador como la copa de un pino chupando banquillo mientras que Alexis fallaba una y otra vez ocasiones de todos los colores.

¿Y ahora qué? Ahora a esperar. La Liga después de este partido la vuelvo a ver sentenciada pero si hubiera un choque directo en cuartos o en semis entre los dos equipos del puente aéreo tendría mis dudas sobre cual de los dos obtendría el pase. Sólo queda que el Málaga redondeé la fiesta y se haga un espeto con los dragones de Oporto, sería una gran alegría para esa afición que empujará con fuerza para que siga habiendo noches europeas a pesar de las decisiones de Platini y cía.

martes, 12 de marzo de 2013

Eternos clásicos de Champions

Fue un 18 de Mayo de 1994. En un lugar idóneo para la ocasión (Atenas, la Grecia Clásica y Eterna)  se vieron las caras los dos mejores equipos que había sobre el planeta. Por un lado el "Dream Team" con sus cuatro Ligas consecutivas y la gloriosa primera Champions lograda dos años antes gracias a un juego espectacular, Cruyff en estado puro. Enfrente el Milan de Fabio Capello, una continuación del de su antecesor, Arrigo Sacchi, que recaló en la selección italiana después de ganar un Scudetto y dos Copas de Europa en cuatro años en el conjunto rossonero, que innovó un sistema de juego ultraofensivo y ganador. Un Milan, en definitiva, que se había acostumbrado a ganar pero que también había dejado a sus viejas estrellas (Van Basten, Gullit y Rijkaard) en el camino.

¿Por qué hablo de esto? Porque hoy se vuelven a ver las caras los mismo equipos, un Milan rejuvenecido y un Barça venido a menos, con un juego calamitoso en los últimos encuentros y una falta de ambición impropia de jugadores de la talla de Messi, Cesc o Busquets. El Barça del 94 ganó la Liga en la última jornada gracias a aquella parada de González a Djukic en el nacimiento del Superdepor. Este año el equipo de Tito, si no fuera porque Mourinho tiró la temporada en Navidades, tendría muchas opciones de perderlo todo como en su día perdió el Madrid de Queiroz.

¿Pesimismo? No. Más bien diría desencanto, decepción, asombro ante lo que últimamente el juego del que ha sido el mejor equipo del mundo durante cinco años nos depara a todos los aficionados al buen fútbol. En un tiempo hasta aquí me he dado cuenta de la diferencia entre valorar el espectáculo que nos ofrece este deporte y ser un forofo que lleva una venda tan ridícula con la que sólo apoya fervientemente a sus equipos despreciando el buen juego de los demás. Critico al Barça con dureza porque me parece una vergüenza ver a esos jugadores que lo han ganado todo y me han puesto de pie tantas veces andando por el terreno de juego como si no fuera con ellos el sentir de una afición.

Celebré el sextete como si fuera mio igual que el otro día aplaudí a rabiar el golazo de Modric en Old Trafford. Hay que darse cuenta que el fútbol, como tantas cosas en esta vida, es un pasatiempo, un ocio, solamente un juego del que su trascendencia nos debe hacer muy felices siempre, gane o pierda nuestro equipo, porque se puede disfrutar de lo bien que jugó el otro.

Mañana el equipo de Allegri puede poner punto y final a la andadura del Barça en Champions y quien sabe si final a este lustro de éxitos continuados. Espero y deseo que no, que Iniesta contagie sus ganas de ganar siempre a los otros diez que jueguen y Messi deje otra noche para la historia de este deporte. El conjunto transalpino jugó genial en la ida, encerrandose atrás y tocando con mucho criterio cuando salía a la contra. El Camp Nou ha visto como Inter y Chelsea se encerraban y lograban el pase, no me importaría ver lo primero si no consiguen lo segundo.