Y el Barça ganó el partido. Costó, he de decir que he sufrido, como se veía sufrir a Piqué en la grada, como tantos otros que aman el buen fútbol pensaban que se escapaba la eliminatoria. Porque Wenger hoy salió al Camp Nou con una línea de seis atrás y otra de cuatro en el medio, hay que decir que con la defensa muy adelantada pero sin que Van Persie apareciera hasta el manotazo a Alves.
Recibió el gol tras un fallo garrafal de Cesc, un pase magistral de Iniesta y una definición de matrícula de honor de Messi. 1-0 y al descanso. La segunda parte se antojaba más bonita, el Arsenal necesitaba marcar y se abriría más el campo, proporcionando espacios al Barça. Pero el gol llegó en un córner. Ni siquiera lo iba a meter uno de los suyos, Busquets se disfrazó de Llorente y le clavó un gol a Valdés que aún no se lo cree. 1-1, el equipo inglés volvía a formación. Fue entonces cuando se produjo la jugada más tonta del partido, Van Persie recibe la segunda amarilla por seguir la jugada cuando el árbitro ya había pitado fuera de juego. ¿Rigurosa? Quizás si pero no ilegal como tantos otros dicen.
Ilegal fue lo que pasó en Londres. Con 0-1 Messi mete un gol legal y se lo anulan por fuera de juego. Posteriormente le hacen penalty a Pedro y no pitan nada. Hoy ha habido otro ejemplo, penalty sobre Messi que todos ven menos Massimo Busacca. El reglamento dice que si un jugador sigue la jugada después de haber pitado fuera de juego ve la amarilla. ¿No se la hubieran sacado después de quitarse la camiseta en un gol? Si, pues aquí es lo mismo, riguroso si, pero que no lo hubiera hecho.
Y lo de después ya lo sabéis. Gol de Xavi tras otro sorberbio jugadón de Iniesta y el tercero de Messi de penalty para poner al Barça en los cuartos de final de Champions. Mañana le toca al Valencia o a Raúl. Voy con el equipo ché, igual que quiero que se clasifique el Madrid, pero si pasara el Schalke no me disgustaría, ahí sigue jugando una leyenda del fútbol mundial...
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