lunes, 25 de abril de 2011

Abril


Bueno, prometí hace poco que no pasarían muchos días entre entrada y entrada pero he vuelto a tardar en escribir. He estado en Irlanda y después en la playa y no he tenido mucho tiempo de conectarme para escribir. Y han pasado muchas cosas.
En mi estancia en tierras de cruces celtas disfruté de la plácida clasificación tanto del Madrid como del Barça, del enésimo gol de Raúl y de la eliminación del Chelsea del Niño Torres. Me enteré de la senda de victorias de Rafa en Mónaco y dejé todo preparado para nada más llegar a España ver el primer de los cuatro Clásicos.
Mal partido de fútbol. El Madrid necesitaba ganar y salió al empate, un error dejar a Özil en el banquillo, pero bueno, quiso empatar y empató, y provocó que sus jugadores se creyesen lo que tres días después lograron, ganar al Barça. El sábado me di cuenta de que el Madrid le estaba cogiendo la medida al equipo de Pep y el miércoles Mourinho me dio la razón.
La fiesta del fútbol, un partidazo, algo digno de ver en los 140 países que lo retrasmitieron. Cuando se fue a la prórroga pensé que todavía nos quedaban treinta minutos de este deporte que tanto me gusta. Esa media hora fue un regalo para el espectador, para toda la gente que fue a Mestalla y para todos los que lo seguíamos por el televisor. Memorable.
Yo iba con el Barça, quien me conoce bien lo sabe, no por antimadridismo sino por la manera de ver el juego, el fútbol y el trato al balón que dan los de Pep. Fue un remate de cabeza, antológico, el que me devolvió a la realidad: en el fútbol si perdonas te matan; aunque también podría haber utilizado otra premisa: en el Madrid juega Casillas. Sus manos tienen la culpa de la Euro '08, sus pies del Mundial de Sudáfrica.
Después se le cayó la copa a Ramos y poco más. Anoche ganó el Barça y aunque genere dudas creo que de alguna manera ha perdido el único de los cuatro Clásicos que quería perder, a ver que sucede en Champions.
A quien no se le caen las copas es a Nadal, ganó en Mónaco y ha ganado hoy en Barcelona, nos parece tan normal que ya ni sale en las portadas. Pasará mucho tiempo en el que un tenista español gane todos los partidos que juega en el mes de Abril, pasará mucho más en el que un tenista (del origen que sea) complete 5 años ganando en el mes de Abril todos sus partidos, me atrevo a decir que nunca se conseguirá. Y mira que me gustaría que ganara David Ferrer algún título, lo celebraría tanto o más como si lo ganase Rafa, pero está teniendo la mala suerte de jugar contra él, igual que la tienen los equipos de fútbol de jugar contra un portero llamado Casillas.

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