La diferencia de ser argentino

Enero de 2011, después de un arranque de temporada sin precedentes ganándose una vez más la titularidad a base de goles, asistencias y un trabajo por el equipo que llegó a desefenestrar al resto de delanteros, el Pipita Higuaín tuvo que alejarse de los terrenos de juego por la maldita espalda. Hernia discal. Operación. Seis meses de baja.
Luego no fueron ni cuatro, pues en Abril reapareció, en Mayo volvió a meter tres goles y dar dos asistencias antes el Valencia en un partido en el que brilló hasta Kaká y que fue un espejismo (el Madrid acababa de perder la Liga y la Champions ante el Barça una semana antes). Pero el Pipita no volvió hasta ayer.
Durante estos nueve mes que ha estado a la sombra, Benzemá pasó de gato a perro de presa con actuaciones memorables como aquella semifinal de Copa ante el Sevilla. Mourinho empezó esta temporada confiando más en el francés, dejando a un lado el coraje y la sangre del argentino, que nunca se rindió (la semana pasada metió el gol del inicio de la remontada ante el Rayo) y que pronto recibiría su enésima oportunidad en forma de lesión del mismo compañero que hace unos meses le suplió por las mismas causas.
Se nota que es argentino. Son diferentes al resto. Les dan un periodo de recuperación de x meses y al final son x - 1. Les hacen salir del banquillo y resuelven partidos. No se quejan de la dureza porque ellos van fuertes al choque y lo más importante de todo es siempre quieren más. Salvo el 10 más celebre de la albiceleste ninguno ha truncado su carrera prematuramente como hicieron Ronaldinho, Robinho y una larga lista de brasileños que alcanzaron la gloria durante muy poco tiempo.
Gracias por todo Pipita, por seguir ahí, por tus goles y por hacernos ver que a veces no hace falta ser el mejor para jugar. Hoy lunes vuelve a salir el sol para ti, igual que en el Norte, ese Llorente ya está de buen humor...