domingo, 29 de mayo de 2016

Once a cero

Bueno pues esto es así. El fútbol son once contra once y siempre ganan los alemanes. Se podría aplicar al Madrid. Nunca les vi perder una gran final. Enhorabuena a todos los que os sintáis madridistas, de corazón.

Esto me hace ver que las cábalas son eso, cábalas. Que por mucho que bese el escudo un determinado número de veces durante el partido el final no lo voy a cambiar yo a golpe de pecho. Nunca dejes de creer ha sido el lema del Atlético en esta Champions y hemos llegado hasta los penaltis en la mismísima final, espero que el año que viene, o cuando sea, cambiemos el creer por ganar, por aplastar, por ir a por la victoria desde el minuto uno y cuando marquemos gol ir a por el segundo y no a esperar que vengan ellos a meternos el primero.

No puedo reprochar nada al estilo de juego de Simeone. Nunca criticaré algo que nos ha cambiado tanto la cara en los últimos años y nos ha proporcionado gloria y nombre en un deporte en el que estábamos a años luz de los equipos con los que ahora nos codeamos. Pero si me gustaría, desde aquí, desahogarme ante esa forma de ver el fútbol asustadiza que tienen últimamente la mayoría de los técnicos.

Hoy el Atleti ha salido nervioso, con dudas y quizás con ese miedo de que volviera a ocurrir lo de hace dos años. Hasta que no ha metido Sergio Ramos solo había un equipo en el terreno de juego, después se ha empezado a soltar y a tocar el balón, cosa que cuando lo hace no se le da nada mal. ¿Por qué ha pasado esto? Porque el Madrid ha reculado, en contra de ir a matar el partido con un segundo gol ha esperado atrás, jugando a ser el Atleti, contragolpeando, haciéndose fuerte en defensa para sentenciar en ataque.

El Madrid tiene mucha más calidad que eso. Y creo que el Atleti también. Esta noche he visto a dos equipos fundidos físicamente pero con las ideas muy claras tácticamente. Me parece que esto no le viene bien al fútbol, puede ser muy noble que un equipo como el Leicester gane la Premier a ritmo de cerrojazo y contras pero con buenos jugadores hay que tener más el balón, mimarlo y encontrar la paciencia necesaria para acabar creando una buena ocasión.

Escribo vomitando sentimientos encontrados en un día en el que, de verdad, me imaginé campeón. Ha sido bastante duro volver a ver el fatal desenlace pero no queda más que levantarse y seguir intentándolo. No me planteo cuando veré a mi Atleti campeón de la Champions, ni siquiera si lo veré alguna vez, solamente pido que si volvemos a una final, entonces, sea para ganarla.

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