Primero fue el vídeo. Ahora la pancarta. No me quiero imaginar que pasará si ganan esta noche. El Sevilla, club importante del fútbol español, muy venido a menos en los años 90 y quizás demasiado venido a más con sus títulos t reconocimientos en los últimos años, es el equipo ejemplo de provocación, marrullería y aires de grandeza del fútbol español. Lo sufrí en mis carnes en la Final del Copa del año pasado, con una segunda parte llena de pérdidas de tiempo, lesiones fingidas y una ristra de tanganas que sólo cuando juegas contra ellos sabes que te va a tocar salir del banquillo para separar jugadores. El Madrid lo lleva sufriendo más. ¿Quién no se acuerda del último enfrentamiento entre ambos clubes en semifinales de la Copa del Rey de 2004? Esa expulsión de Zidane, la bajada a vestuarios de Valdano en el descanso, la leña que dio el Sevilla... Han pasado siete años, en los que el club hispalense se ha hecho más grande, más prepotente y como no, más hostil. Ya no queda la violencia de ese equipo de Pablo Alfaro y Javi Navarro pero la afición hace de ellos. Hoy el partido se ha declarado de alto riesgo y no me parece para menos, recordemos los enfrentamientos entre atléticos y sevillanos hace años, toda prevención será bien recibida para lo que de verdad importa, que salga un partido bueno, que el espectáculo sea el del balón, que de todo lo demás no haga falta escribir ni un párrafo.
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