Fernando Torres ya es del Chelsea. Buena noticia. Ya me extrañó en Septiembre, cuando comenzó la temporada en el club de Anfield, sin jugar la Champions y con un equipo muy venido a menos. Él dejó el Atleti por eso mismo. Cansado de jugar la Intertoto, de compartir vestuario con jugadores como RichardNuñez o el Pato Sosa y oír la misma cantinela de que al año siguiente se cumplirían los objetivos, cogío sus botas y se fue a la ciudad de los Beatles, donde últimamente no daba pie con bola. Por eso empecé a reprocharle un poco que siguiera ahí, haciendo lo mismo que en el Calderón.
Y ayer me alegré. Por él y por el fútbol español. Ser el traspaso más caro en una liga es algo que dice mucho del valor que te dan allí, y serlo en la inglesa, donde inventaron esto del fútbol y se tiene un respeto mayúsculo por el jugador es algo que debería callar a más de uno cuando hablan mal del de Fuenlabrada.
Ídolo de mis 16, 17 años, personaje endiosado por mi hermano, en mi casa hay que lavarse la boca antes de hablar de él. Nunca llegará a números como los de Raúl, pero recordemos que fue Torres quien empezó a forjar la historia de oro de la selección española con ese gol ante Alemania... Nunca será el jugador con más partidos sudando la rojiblanca, pero sin él, la selección estaría huérfanos de Atléticos. Nunca será querido por todos, ni siquiera aquel 29 de junio de 2008 lo fue, pero en mi casa siempre celebraremos tus logros porque todo lo que diste por el Atleti y España, eso nunca lo olvidaremos.
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