Se llama Rafa y es español

Y para mi el mejor deportista de la historia. No solo por sus títulos (que habrá muchos más), sino por todo lo que representa para el deporte.
Rafa Nadal nació el mismo año que yo (se auguraba buena cosecha) y desde pequeño ha tenido una educación y un respeto ante la vida que hoy es digno de estudio hasta en universidades (el otro día me contaron que se estaban poniendo ejemplos de su mentalidad ganadora y el propósito de superación frente a las adversidades para tratar a pacientes en psicología).
Pufff! es verle recoger títulos y me emociono, ¡es uno de los nuestros! Pienso que un día estuve con él, tirándonos una foto. "Encantado" me dijo, y yo no sabía ni que contestar. Fue en el Bernabeu, aun no había ganado su primer Masters 1000 de Madrid, tenía un solo Roland Garros y unos cuantos millones de euros menos en los bolsillos; pero pongo la mano en el fuego a que si se volviera a producir ese momento ahora (después de 5 Roland Garros, 2 Wimbledon, 1 Open de Australia, 1 Open Usa, 18 Masters 1000 de ellos 6 consecutivos en Mónaco, 3 Copas Davis, 1 oro Olímpico, 1 Premio Príncipe de Asturias y todo el reconocimiento Mundial) se giraría, me diría "Hola ¿qué tal?" y se echaría la foto conmigo como si estuviésemos de fiesta.
Creo que no habrá otro deportista en el mundo en mucho tiempo que realce tanto los valores del trabajo y la humildad. Sus palabras nada más recoger el trofeo lo testifican: "La historia es importante, sé que estoy cerca de entrar en la historia de este deporte pero me gusta vivir el día a día y seguiré trabajando con humildad para vivir días como este en los siguientes años".
Y que nosotros lo sigamos viendo, CAMPEÓN.