lunes, 19 de julio de 2010

De vuelta

Estos días he estado fuera. Hasta en Mallorca los balcones hablan rojigualdo y a la vuelta a Madrid me ha gustado ver que las banderas siguen presumiendo victoriosas. Ha sido un mes increíble, Roland Garros, las motos, Mundial, Wimbledon, ahora el Tour... Somos los mejores del mundo en muchísimas disciplinas y quería hacer mención al salto que dio este país a raíz de los Juegos Olímpicos.
Porque con la concesión de Barcelona '92 este país cambió su manera de ver al deporte, demasiado elitista en algunas modalidades, y poco desarrollado en otras. A partir de finales de los 80 y principios de los 90 se empezaron a crear las primeras escuelas de fútbol, aparte de las canteras de los grandes clubs, los equipos de barrio fueron creciendo más y más, y si nos paramos a pensar en que generación cogió eso con fuerza nos salen los Iker, Xavi, Alonso, Villa, etc etc.
Miguel Induraín fue un referente para todos los niños que, como yo en vacaciones, a la hora de la siesta nos quedábamos viendo las etapas del Tour para después hacer las chapas con el maillot que más nos gustaba. ¡Cuanto daño le ha hecho el dopaje a ese deporte!
Quiero hacer una importante mención al motociclismo. Cuando en 1999 Alex Crivillé ganó el Mundial de 500 lo celebramos por todo lo alto. Hoy tercer triplete español de la temporada, hace años, con 3 pilotos en 125, ninguno en 250 y uno en 500 esto era impensable. Por favor, valoremos todo esto, valoremos que haya escuelas de motos, de karts, de tenis, de natación, de atletismo... Cuidemos el deporte porque si esto sigue así en un futuro nos sentiremos orgullosos y podremos decir: "yo viví el primer Mundial de España, y aquello fue la bomba".

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