Pues si, hasta siempre, porque siempre quedará en nuestra memoria todo lo que conseguiste aquí. Te vas a otro país, a seguir dando guerra, pero ya no será igual. Porque cualquier gesto que hagas no será el mismo que cuando te besabas el escudo y gritabas gol con más fuerza que todo el Bernabéu, porque tendrás el 7 de algún equipo Champions pero no de tu Madrid, ese que te vio nacer y estos últimos años te ha hecho morir, esperemos que donde vayas resucites, pero ya no será igual.
No será igual porque aquí vino Ronaldo y seguiste jugando, vino Owen y chupó banquillo por ti, trajeron a Saviola, Van Nistelrooy, Higuaín y Benzemá y nadie te jubiló porque este año contabas para Mourinho. O eso te han dicho que dijeras. No entiendo que se quiera buscar a un tanque teniendo al pichichi de Argentina en el Mundial. Ni tampoco que hayan traído a Di María antes que a Silva (por mucho dinero que pidiese el Valencia el canario es infinitamente mejor). Como tampoco entiendo que los jugadores se hagan mayores, se lesionen, tengan menos velocidad y acaben saliendo en una sala de prensa llena de trofeos y con unos números que tardarán décadas en mejorar si hay algún valiente que lo intenta.
Raúl siempre fue genio y figura, no fue un megacrack, pero siempre estaba allí, iluminado, en su sitio, con ese instinto asesino que recuerda a jugadores anteriores a él, con esa manera de celebrar los goles, su apoyo al equipo, su respeto al rival. Raúl siempre será recordado en mi cabeza porque falló su penalty más importante pero amigos míos, para fallar un penalty hay que tirarlo. Su gol ante el Manchester deja la obra de arte de Redondo si, pero el que lo metió fue Raúl.
Hasta siempre capitán.
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