lunes, 15 de noviembre de 2010

Canalla


Canalla: persona que merece desprecio, ruín y miserable. Ese es el significado de la palabra con la que Manolo Preciado calificó a Mourinho el pasado viernes. De eso ya hace cuatro días pero aún no me gano la vida escribiendo en el blog y no tengo tiempo para todo.
La reacción de Preciado fue fuerte, dura, con aspavientos e imitando (con burla socarrona diría yo) la aparición del portugués en Milán con los tres dedos en alto, uno por cada copa que ganó allí el año pasado con el Inter. Eso me pareció una provocación y una falta de respeto tan grande como el calificativo que le dedicó el pasado viernes el técnico del Sporting.
Titulares aparte o no, un entrenador puede plantear el partido como quiera, para eso es su equipo, y faltaría más que otro entrenador opinase al respecto. Eso va en los códigos del fútbol y hay que respetarlo, está mal insultar a un compañero, pero también lo está opinar de su trabajo menospreciándolo. Estoy de acuerdo con Preciado en todo lo que dijo pero él también debe entonar el mea culpa, una cosa es que lo diga yo y otra que lo diga él, en rueda de prensa y dos días antes del partido que más gente va a llevar al Molinón. Eso es incitar a la violencia igual que hace unos días lo hizo Mou en San Siro, así que, Manolo la próxima vez piensa muy bien lo que dices, no te vayan a comparar con quien tú mismo criticas.

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