Ya esta decidido, el clásico se jugará el lunes 29 a las nueve de la noche. El bueno, o caprichoso, de Pep se sale con la suya, eso de tener un día menos que el Madrid para preparar su partido le estaba quitando horas de sueño, lo que me parece muy bien, pero no me gustan los comentarios cínicos de que el Madrid no le interesa, porque no son verdad. El de Sampedor, desde que llegó a Can Barça está obsesionado con el Madrid, en dos años le ha doblegado cuatro veces, ha llegado más lejos en Champions y en Copa del Rey, y le ha ganado dos Ligas, la última con récord de puntos de los dos equipos. Hasta ahí bien, pero este año es muy distinto. Este año tiene un entrenador con el que competir, al que contestar cuando crea oportuno, al que admira pero a la vez odia, nadie olvida a Mou celebrar el pase a la final en el Camp Nou en las narices de todo el barcelonismo, y se la tiene jurada desde entonces. El problema es que el Madrid ha pegado un cambio muy importante con el portugués y este puede ser el año en el que el Barça sucumba ante los blancos, por eso el querer de Guardiola de jugar el partido el lunes. Elecciones aparte (¿cuantos partidos se han suspendido un domingo por unas elecciones generales?ninguno); creo que lo que dijo Valdano es lo que mejor define la situación: "jugar el partido un lunes es la mejor manera de desprestigiar el fútbol español". Y mientras tanto a Mou le da igual todo, no habla de los árbitros pero se sabe todas sus estadísticas, critica a sus jugadores como si fuera un aficionado más y monta el espectáculo allá donde va, un showman este The Special One que se esta ganando al Bernabéu pero también creando una antipatía en todos los campos donde juega su equipo, si antes había antimadridismo, ahora con los dos portugueses mucho más, pero la envidia es la religión de los mediocres y no hay que negar que ahora mismo son los mejores.
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